Llevo aproximadamente siete meses en mi querida Bogotá, y aunque la soledad, en general, no me molesta, estoy en un punto en el que no sé que hacer.
Mi horario de trabajo es una tortura: 7:00 a.m. a 8:00 p.m. aunque no es que tenga mucho por hacer, ese horario me impide hacer muchas de las cosas que imaginé que iba a hacer.
Tomar fotos es casi imposible, por lo general en la mañana voy tarde, y me pierdo de retratar los amaneceres rosados, amarillos y azules que tiene mi ciudad, durante la jornada laboral ni modo, y los atardeceres estilo Magritte que me regala mi ciudad tampoco los puedo fotografiar por que salgo cuando ya todo está oscuro, y a las noches de luna llena (que por cierto son mas espectaculares cuando hay cielo despejado) tampoco les he podido tomar fotos.
En fin NO HE PODIDO TOMAR FOTOS, y para mi es como si no pudiera respirar, ahora resulta que M, cuando estuvo exponiendo en el IFLS se llevo mi camara y ahora estoy más aburrido, pero igual me detengo a pensar que la misma vaina da, porque no tengo tiempo para esos menesteres.
Sabía desde un principio que la vaina iba a ser bien dificil, Bogotá no deja de ser diferente porque yo sea bogotano, ni porque yo haya vivido mis primeros 18 años aquí. Ahora que estoy un paso más cerca de mi objetivo no puedo desfallecer, pero por ahí dicen que el pan tambien se quema en la puerta del horno.
Yo y mi dureza, esa que me ha ayudado en tantas ocasiones a sortear grandes retos, hoy esta desvaneciendose, ya no es lo mismo, los que saben de materiales conocen que algo entre más duro es más fragil, ¿será que eso me esta pasando?, ¿llegué a volverme tan duro, que ahora soy muy fragil?.
No quiero desfallecer, pero las circustancias son muy duras, la soledad me ataca durisimo, yo la aguanto, pero (el maldito "pero"), ¿hasta cuando?.
Esta es mi ciudad, pero no encuentro mi ambiente, sigo perdido, ando sin rumbo, todo es tan familiar y a la vez es tan extraño.
Reanude conversaciones con la casa matriz, me dicen que vuelva, ya estan bien enterados de mi situacion, la presion es fuerte, pero no quiero cometer el mismo error dos veces.
Ahora la sede de la casa matriz es mas grande, tiene una chimenea inmensa (para no haber visto una en años, esta es grande), el cuarto que me correponderia es 4 veces mas grande que "la pieza" donde vivo, las diferencias son abismales.
Me estoy enloqueciendo, pero tengo que seguir siendo fuerte, o morir en el intento.
3 comentarios:
ehhm...ehhh...ahhh..uhmm... ehhh... pues... mmm... No sé que decirte... pues...ehm... que te mando un abrazote capitalino y todo el cariño blogger... y que si tuviera tu correo te enviaría las fotos del atardecer de hoy para que puedas respirar un triz... esto sería respiración blog a blog???
mi querido doctor, pues entiendo mucho de lo que usted dice. Es verdad que hay diferencias en nuestras situaciones pues usted está en su ciudad natal, yo no. Pero igual, Bogotá es otra, y creo que usted necesita darse su tiempo (déselo! por favor, déselo, es importante) para redescubrirla y además, recrearla, encontrar Su Bogotá, Sus lugares en la Ciudad, Sus recorridos dentro de Bogotá, Su terrritorio dentro de la ciudad. Se lo digo porque es lo que me hace falta aquí, construir Mi México, cosa que me pueda sentir un poco como en mi hogar aquí, ya de a poquitos lo estoy logrando, y así me voy acomodando más a la ciudad y a la vida aquí, y cada día la cosa es más fácil. La soledad da duro, pero poco a poco los espacios se van llenando... le mando un fuertísimo abrazo, muy fuerte y muy cálido, y desde aquí lo acompaño y le echo porras.
Doctor: la soledad puede ser dura, pero bien llevada puede resultar provechosa, como dice Ru hay que darse un tiempo para readaptarse o bueno eso creo yo... y las fotos ya llegaran, si no hay cámara como dice la señorita radikal no hay nada más sabroso que tomar unas bellas fotos mentales... porque esas siempre quedan como uno las quiere. un abrazo
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