miércoles, noviembre 22, 2006

VOYEURISTA

Estos ultimos dias no he escrito nada por pura y fisica: pereza, falta de imaginacion, mamera, flojera, falta de inspiracion, etc. y a veces simplemente porque no se me da la gana.


En cambio estoy disfrutando mucho leer los demas blogs.


Tiene mucha validez el titulo de mi post anterior, mi vida es muy plana, demasiado.

jueves, noviembre 16, 2006

"SOY LA VIDA DESPERDICIADA DE JACK"

Que puedo decir, estoy como los chinos chiquitos: "cagao pero contento"

viernes, noviembre 03, 2006

MUSICA (YA CASI)

Me gusta la música, ¿y a quien carajos en este mundo no? (bueno con mundo hago referencia al mundo occidental, porque como buenos occidentales tenemos la tendencia a creer que lo que pasa de Grecia para acá, es aplicable al resto del planeta obviando así a mas o menos el 70% de la población mundial).

Es muy probable que todo haya empezado en el vientre materno (según Discovery Channel); a mi mama en la época de mi gestación y como buena joven en plena época de los años setenta le gustaba escuchar los Bee Gees, Abba y música disco en general, sin dejar a un lado la música colombiana actual para ese entonces, léase Oscar Golden y demás, acompañado todo lo anterior de la música tropical (entiéndase la de rumbear o la de la coca cola bailable) correspondiente a la época (y en mi humilde opinión la mejor música tropical que ha existido), entiéndase La Billos Caracas Boys, los Graduados, La Sonora Matancera y el infaltable mambo con Pérez Prado a la cabeza, todo esto apoyado en unas buenas bases de música típica colombiana (como buena santandereana).

Como todo empezó desde el vientre materno (la madre que eso es redundar porque ni modos lo de la gestación en el vientre paterno) es entendible que también tuve la influencia de mi padre, esta si un poco mas conservadora, como buen hijo de mi abuelo a mi papa siempre le ha gustado la música clásica en general, la instrumental por supuesto va incluida en el paquete anterior Richard Clayderman y Jean Claude Borelli, los boleros y demás música que creo yo se escuchaba en los bares y billares de esa época, que como buen universitario frecuentaba.

Dejando más o menos claro el panorama de los gustos musicales de mis padres y la música circundante de esa época, se puede uno ir haciendo una idea clara de lo que termino por gustarme a mí.

Antes de empezar a nombrar mis gustos musicales creo pertinente hacer las siguientes aclaraciones, para mi la música es eso, solo música, no es un estilo de vida, tampoco es una filosofía, mucho menos una religión, con mis gustos y preferencias musicales no pretendo impresionar a nadie (confieso que cuando se me dio por ser “metalero”, fue por impresionar nada mas, era comprensible tendría alrededor de 12 años y era el menor del curso, tenia que resaltar en algo que no fuera solo ser el “bebe” del curso).

Tampoco soy de los que se rebuscan los grupos musicales hasta debajo de las piedras y los hago mis favoritos solamente porque son “underground” y pertenecen a una “escena” musical a la que solo se puede acceder si piensas de tal o cual manera. Obviamente respeto a todos aquellos que hacen de la música un estilo de vida, una filosofía y hasta una religión, pero algo que he aprendido muy bien a lo largo de mi vida es que los extremos son viciosos.

Mucho menos escucho música por moda, tampoco soy de los que varia su gusto musical con lo que dictan los mercados, claro esta, como persona de mente abierta (eso digo yo), siempre habrá la disposición para escuchar nuevas tendencias o las no tan nuevas pero si desconocidas.

Para mi el encanto de la música reside en el ritmo, independientemente del idioma, de la letra, de su significado tanto si lo tiene como si no, de la intención, de si lleva o no mensaje. Simplemente el ritmo (ya lo decía nuestro gran científico Rodolfo Llinas en una charla en el León de Greiff: levamos el ritmo por dentro, desde los átomos que nos constituyen quienes a su vez vibran en una frecuencia característica).

Por eso en mi mente quedaron grabadas ciertas canciones en idioma extranjero que para mi tienen un significado diferente al cual transmiten, un claro ejemplo es el de Another day in Paradise de Phil Collins, para mi la canción tiene ritmo de canción romántica y muy a pesar de que hace bastante tiempo se el verdadero contenido de su letra, para mi sigue siendo una canción de amor.

No es que nunca le ponga atención a las letras de las canciones, de hecho todavía conservo una carpeta con los recortes de la “pagina del rock” (creo que así se llamaba), de la desaparecida 88.9 “la súper stereo”, en las cuales venían las letras de las canciones y en muchas ocasiones su respectiva traducción (valga la pena decir que esa fue una buena forma de aprender ingles).

Exactamente el ritmo es lo que me gusta de la música y nada mas, Silvio Rodríguez puede hablar de revolución y cambio, guerrilla, el Che, Fidel Castro; por su lado Bob Marley puede cantar sobre la religión y la revolución social y Soda Stereo puede tener mensajes entre líneas y significados ocultos en sus letras o simplemente letras vacías y a mi sinceramente ME IMPORTA UNA MIERDA ACERCA DE LO QUE HABLEN, para mi la cosa es que tienen canciones con buen ritmo Y YA NO MAS (confieso que no me cae muy bien Silvio Rodríguez, o mejor dicho no me cae bien el ejercito de pseudo-bohemios y dizque revolucionarios, que hacen de su música y sus letras una filosofía y un estilo de vida).

Para mi las canciones tienen un significado acorde al momento en que las haya escuchado por primera vez, porque una canción enmarca el momento en el que la escucho, por eso no es raro ponerme melancólico con canciones para rumbear y viceversa.

Y comienzo a recordar: si la memoria no me falla (sonó como si tuviera 80 años), el primer genero musical que tuve conciencia de escuchar (y con esto aclaro que obviamente las canciones de cuna, las de las rondas infantiles, los villancicos y el Happy Birthday están descontadas por simple sentido común) fue el de la música romántica en español de final de los años 70 y de principio de los 80, entiéndase Leo Dan, Dyango, Julio Iglesias, Rafaella Carra y una parranda de personajes setenteros de bota campana y patilla de libertador cuyos temas musicales en su mayoría no se cantaban si no se leían, ¿se acuerdan de la canción del barquito de papel?, bueno ese era mas o menos el panorama para la época, y sin pena alguna reconozco que muchos me traen buenos recuerdos de mi niñez y hasta uno que otro me gusta todavía.

Cuando llegaba la época de diciembre y la familia en pleno se reunía, se escuchaba la misma música que se escucha todavía pero antes era en su versión original.

De ahí en adelante se empiezan a agregar géneros musicales tales como el merengue, y en cabeza suya el de Wilfrido Vargas, la salsa de Niche y otros. Paralelo al descubrimiento de estos géneros musicales tropicales se agrega el del pop en ingles, véase Lionel Ritchie, Prince, Michael Jackson, Madona, Steve Wonder y demás, que solo se escuchaban en una emisora que si no estoy mal se llamaba “Tequendama”, que luego paso a ser “Radioactiva” y que recuerdo haber escuchado en un reloj de pulsera con radio incorporado.

La verdadera explosión del pop en ingles fue dado por 88.9, luego en pleno furor del rock en español nace la emisora que todos conocemos como “Radioactiva” y con ella llegan canciones de los Hombres G, los Enanitos Verdes, Soda Stereo, Compañía Ilimitada y otros, obviamente también en ingles y uno que otro idioma diferente.

Llegue a estar tan comprometido en la “escena del metal Bogotano” (o bueno, tan comprometido como se puede estar con algo a los 12 años), que no cachaba visita a “Mort Discos” en la calle 19, para ver y adquirir las novedades musicales, fui poseedor de la copia # 628 del Ola de Violencia de uno de los grupos insignia del metal colombiano “Masacre”, hasta alcance a participar en la elaboración de un “zine” escrito con maquina antigua para los colegas del colegio y como metalero de medio pelo hasta alcance a odiar a los calvos punketos sin justificación alguna