jueves, septiembre 28, 2006

VOLVER

Y llegue, bueno estoy aquí de nuevo aguantando calor (el abrazo tibio de la Señora Bucaramanga), todavía tengo cara de ponque (ponque matrimonial de 10 pisos), bueno la verdad de ponque rojo porque me pegue una quemada de cara y de brazos espectacular mientras esperaba mi transporte de regreso a tierras santandereanas en el portal del norte.

En serio, sigo feliz, volver a ver a mi Bogota del alma, si ya se, dirán algunos, que carajos le veo de emocionante a respirar aire contaminado, a aguantar frío, a movilizarme en el suplicio que es transmilenio o someterme a la tortura de los buses corrientes, y bueno un montón de cosas mas, pero es que eso es precisamente lo que me hace falta (masoquista no).

Acaso no se han tomado un segundo para observar ese cielo matutino de un espectacular azul profundo, de la diversidad de personas que cruzan su camino en un día normal, acaso no perciben que en Bogota pese a todo predomina el civismo y las buenas maneras, bueno cuando uno esta enamorado no es nada objetivo.