Hoy me dedique a hacer vueltas bancarias e ir al supermercado, a comprar cosas para abastecer las despensas y así poder pasar tranquilo el fin de año.
Me pueden tildar de Grinch, pero no existe peor época, para salir a hacer cualquier diligencia en esta ciudad, que esta. Aparte del consabido calor en esta época del año, al ambiente hay que sumarle manadas de desesperados y compulsivos "mirones" (porque por cada comprador hay cinco mirones y un promedio de dos ladrones), entonces la vaina se torna demasiado desesperante.
Si bien esta ciudad no es grande, bueno me refiero a la parte de la meseta (para aquellos que no conocen "la ciudad bonita" o también conocida como "la ciudad de los parques", el área metropolitana Bucaramanga la componen los municipios de: Floridablanca, Girón, Piedecuesta y por supuesto Bucaramanga que a su vez se divide en dos partes: la meseta y el resto), es muy frustrante saber que muy a pesar de eso, recorrerla a pie es un calvario ya que en su mayoría las calles tienen una pendiente que no es que sea la gran cosa pero si se le adiciona un calor y un sol insoportable sin nada de brisa se obtiene como resultado un baño en sudor y un bello dolor de cabeza. No es que sea flojo ni mucho menos, de hecho una vez a la semana voy a mi lugar de trabajo caminando y siempre regreso a casa de la misma manera.
La anterior situación deja muy pocas opciones de movilidad: ir en bicicleta significa (en el mejor de los casos) que un oportunista pase una feliz navidad y que yo pase una navidad muy triste sin mi bici; por lo tanto opción descartada.
La opción taxi: como dije anteriormente, la meseta no es muy grande y el costo por recorrido promedio no es que sea mucho (con prima navideña y todo), lo que pasa es que aquí como en muchas ciudades del país se esta implementando lo del sistema de transporte masivo (léase Transmilenio) conocido por estos lares como Metrolinea y como se podrán imaginar esto es un solo caos vehicular.
La opción bus viene siendo en ultimas la opción mas rentable por movilidad, tiempo y costo (óigase bien nunca dije la mejor), pese a la desidia de sus conductores (caso contrario Bogota, porque allá corren como alma que lleva el diablo) se llega al destino, prácticamente en el mismo tiempo que un taxi o un vehiculo particular. Aunque quiero compartir con ustedes el caso de hoy:
Ahora entiendo por que aqui hay tanta moto.